¿Por qué?



Siguiendo la linea de las entradas anteriores habíamos tenido en cuenta el estado al que se podía encontrar el trabajador en su entorno de trabajo y el importante papel que juega la motivación. Pero además existe otro factor irrenunciable que es la motivación personal, las necesidades.



Maslow desarrollo la Pirámide de Maslow, o jerarquía de las necesidades humanas, en ella formula una jerarquía de necesidades humanas y defiende que conforme se satisfacen las necesidades más básicas (parte inferior de la pirámide), los seres humanos desarrollan necesidades y deseos más elevados (parte superior de la pirámide).

Este desarrollo constante de necesidades y deseos parten como baza principal de motivación y búsqueda de mejoría, pero puede acabar siendo un poderoso arma en contra del individuo ambicioso o de un entorno excesivamente exigente; creándose una serie de necesidades y expectativas que no se pueden llegar a cumplir o que ahogan a la persona rindiendo menos de lo que podría potencialmente sin esas presiones.

Incluso este hecho podría actuar como desmotivador y ser la causa de problemas que traspasan la barrera de lo profesional. Todo acto de presión interno como externo mal canalizado puede tener consecuencias devastadoras, como en el caso de un joven que se quitó la vida por no verse capaz de enfrentarse a sus exámenes de septiembre. Esta canción como homenaje:



Cuando nos creamos o nos crean expectativas lo mejor es parar un momento y preguntarnos el porqué de estas.

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